La Federación de Colegios Profesionales de Chile, ha concebido implementar
los Diálogos de Talanoa, como una forma de generar conciencia del Cambio
Climático, en la perspectiva de una política de Desarrollo de Capacidades en
cinco esferas de actividad: a) entre
nuestros colegios profesionales y sus asociados, b) con otros organismos
gubernamentales relacionados, c ) con el sector privado, d) con las
universidades, e) con la sociedad en general.
Dos años después del Acuerdo de París COP21, 2015, en noviembre del año
2017, la COP 23 junto con reafirmar los compromisos establecidos y subrayar la
importancia de las acciones a largo plazo, fortalecer las instituciones y
gobiernos de los países y generar mecanismos de transparencia, verificación y
contabilidad (VMR), ha establecido los Diálogos de Talanoa como una señal
inequívoca del criterio superior de inclusividad, que marca desde entonces los
enfoques de la política mundial, como un plan de acción para preparar la
implementación de los NDC a partir de 2020.
Basado en la tradición cultural de las Islas del Pacífico, los Diálogos de
Talanoa buscan construir compromisos duraderos entre los participantes, en un
espíritu constructivo y transparente, que excluya cualquier espíritu de
confrontación y se articule en la comprensión de los elementos comunes que
compartimos, sin exclusión de ningún grupo o persona.
Los Diálogos de Talanoa significan, una interesante síntesis simbólica de
los tiempos: el futuro de las nuevas tecnologías limpias y el pasado -hecho
presente-, de la noble tradición humana de respeto por la naturaleza y lo mejor
de las relaciones entre las personas, así preservada para todos. En los
siguientes dos años de 2019-2018, nosotros, la Federación de Colegios
Profesionales de Chile, con la ayuda de Qiao Plan, tenemos la intención de
desarrollar un ambicioso programa de Creación de Capacidades sobre Cambio
Climático, entre todos nuestros afiliados y la sociedad en general, utilizando
la metodología colaborativa de los Diálogos de Talanoa.
La Federación de Colegios Profesionales de Chile, es un organismo realmente
multidisciplinario, con células organizadas reales, de afiliados activos en
todo el país. Las diferentes profesiones representadas en la Federación, son
una muestra amplia de todas las diferentes disciplinas de especialización
profesional de nuestra sociedad, expresando una amplia y profunda gama de
comportamientos humanos y sociales, que actúa cotidianamente en todos los
sectores de la sociedad, los que son urgentemente necesarios para comprender
las causas, los efectos y los problemas abiertos por el cambio climático y la
transición a economías con bajas emisiones de carbono. Una sociedad como la
chilena aplastada por la desigualdad económica y las crecientes tendencias de generalizada
incomprensión y falta de diálogo, con lazos históricos y culturales muy debilitados,
encuentra en nuestra propuesta, un medio muy importante para llenar la brecha
entre grupos e individuos, con el fin de obtener la cohesión y confianza necesaria
para llevar a cabo los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) y el Acuerdo
de París, que marcarán nuestra agenda política, social y económica, al 2030 y
después.
No puede caber duda que la más importante de las acciones, es hacer un llamado a
generar conciencia, o desarrollo de capacidades, lo que no puede hacerse desde
una sola institución o centro de decisión, sino que debe ser, por el contrario,
hecho en todos los sectores de la sociedad con un objetivo definido y claro.
Seguiremos un modelo de acción basado en el Modelo de Institución de Análisis y
Desarrollo (MAID) de E. Ostrom, al considerar que la esencia de cualquier
organización debe ser encontrar y desarrollar la confianza, con una forma descentralizada
de toma de decisiones con una perspectiva de Gobernanza Policéntrica. Porque es
una decisión que el presente Gobierno ha ratificado y que tendrá que convocar
distintos planos decisionales, tenemos que decir que incluso si hasta la fecha,
sigue siendo una decisión muy formal, que de ninguna manera ha llegado a la
implementación, el país ha firmado el Acuerdo de París y ha emitido su National
Determined Contribution (NDC) en 2017.
Para sumar a todas las partes interesadas y los programas gubernamentales
relacionados, que en el año 2020 habrían de comenzar a implementarse, nuestro
programa de desarrollo de capacidades en Cambio Climático debe desempeñar una
importante función de colaboración y coordinación independiente, que
contribuirá a la consecución de los objetivos, posibilitando el diálogo entre
los diferentes interesados. Las principales barreras de nuestra realidad,
frente al cambio climático, están arraigadas en el hecho de que el país ha
adoptado una estrategia de Mitigación, siendo en total el contribuyente del
0,3% de GEI a nivel global. Esto ha creado la falsa sensación de que, haga lo
que haga el país, no tendrá importancia con respecto al Cambio Climático.
Atrapado en el corto tiempo de la información meteorológica, Chile aún no se ha
tomado en serio el Cambio Climático.
Una institucionalidad muy fragmentada en la que no hay conversación entre
la burocracia, hace muy difícil difundir la ciencia y los desafíos planteados
por el cambio climático. Nuestro país, no obstante, ha dado formalmente los
pasos requeridos por la comunidad internacional y tiene un Plan Nacional de
Adaptación, desde finales de 2014, ha ratificado el Acuerdo de París y
presentado su NDC, que ha comprometido la transición del 30% de sus fuentes de
energía basadas en energías fósiles a renovables para el 2030. También aspira a
la captura de CO2 mediante la plantación de 100.000 hectáreas nuevas de
bosques. Tengamos en cuenta, de todos modos, que esta ambición, se ha
condicionado a la obtención de ayuda internacional y que el año pasado (2017)
sufrimos los incendios forestales más importantes de la historia, con casi
600,000 hás. quemadas.
Utilizaremos la plataforma y la metodología de los Diálogos de Talanoa para
difundir el conocimiento científico del Cambio Climático, desde una base
dialógica y discursiva. Los formuladores de políticas, por primera vez en 2015,
han acordado con la Agenda ODS 2030 y el Acuerdo de París, generar un llamado
universal, que en los próximos años debe ser incorporado a las estructuras
económicas, sociales y ambientales de todos los países. Por primera vez en la
historia, los países han pedido alcances tan amplios y ambiciosos. Comienzan a
tomar su lugar, pero llevarán al planeta a transformaciones tan grandes como la
transición de todas nuestras fuentes de energía a fuentes renovables. Como
sucede en general, con fenómenos multisectoriales y relacionados con el Cambio
Climático, las dimensiones y perspectivas cuidadosamente establecidas y
concebidas para enfrentar de manera pragmática los problemas -y las
oportunidades, así abiertas-a nivel local, tienden a colapsar frente a una
visión holística del sistema, que debe ser capaz de integrar las diferentes
visiones en un enfoque sistémico, que podría representar de forma más precisa
las dinámicas socioambientales reales a las que nos enfrentamos. En éste
sentido, se ha remarcado la necesidad de fortalecer la colaboración, para
lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Siguiendo los Mandatos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (no dejamos ninguno fuera, desarrollamos la interconexión e indivisibilidad, generamos inclusión y cooperación entre todos los interesados), promoveremos alianzas entre nuestros afiliados, así como también a nivel general de la sociedad en su conjunto, para movilizar e intercambiar conocimientos, experiencia, tecnología y financiamiento. Para contribuir a los ODS, se introducirán fases de colaboración con los interesados para mejorar sus habilidades, estableciendo trabajos en el campo de la cooperación para el desarrollo, articulando desde nuestra posición privilegiada, que llega transversalemnte a todos los sectores sociales (privado, público y sociedad civil), en todos los cuales participamos en entornos de múltiples partes interesadas. Por lo tanto, la ampliación de las Soluciones de energía sostenible, la Conservación de la naturaleza con beneficios colaterales climáticos y la Innovación climática empresarial para un beneficio sostenible, son tres partes de la misma estrategia de acción y ampliación de ambiciones que ahora presenta nuestra propuesta, que encuentra en los Diálogos de Talanoa, la esperada plataforma activa de un mapa a escala real y una brújula que nos permita avanzar entre todos, para no perder el camino.
Como hemos dicho, el amplio alcance de nuestra federación que incorpora a 18
organizaciones colegiadas de otras tantas profesiones diferentes, de las
ciencias exactas y sociales, como sociólogo, antropólogo, matronas, enfermera, médicos
veterinarios, etc. de Chile (y que está en avanzadas conversaciones para
agregar diez más), garantiza la llegada de nuestra propuesta a todos los
sectores de la sociedad, así como también al gobierno, colocándonos en la mejor
posición para interactuar como una fuerza real con doctores, arquitectos,
abogados, docentes, etc. que son las fuerzas vivas de la nación. Al mismo
tiempo, es digno de notar la posición de privilegio que tenemos para
interactuar con las organizaciones laborales y las empresas privadas. En este
sentido, repetimos, nuestra Federación está llamada a desempeñar un papel muy
importante para concentrar la acción coordinada entre todos los segmentos de la
sociedad civil, ya que tenemos un rol preponderante en la relación con los
profesionales comprometidos, el sector privado y el mundo académico. También
somos una forma clara y oficialmente reconocida de comunicarnos con el Gobierno
como un canal de transmisión y retroalimentación con la sociedad civil.
Además, la realización de este proyecto sin duda potenciará el crecimiento
de nuestra federación a otras asociaciones profesionales con el sentido de
acciones concretas y necesarias, así como abrirá sus campos de expertise
profesional hacia los nuevos desafíos laborales,que se vienen con los cambios transformacionales. Desarrollaremos un plan para
extender el conocimiento del cambio climático a todos nuestros afiliados, con
indicaciones claras y formatos, que les permitirá a su vez, replicar este
conocimiento a sus órganos subsidiarios. Por ejemplo, merece la pena señalar que
en 2016, el gobierno modificó los programas educativos e incorporó como una
clase regular y obligatoria el Cambio Climático. Esto no ha llegado a ser mucho
más que una declaración hasta ahora. Nuestro proyecto Qiao y la implementación
de los Diálogos de Talanoa de Naciones Unidas, ciertamente ayudará a que esta
propuesta se materialice.
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